El 21 de octubre de 1921 se reunió un calificado grupo de radioaficionados, los primeros en el aire, que en asamblea realizada en el salón de actos del Diario «La Prensa», funda el Radio Club Argentino, el que pasaba a ser históricamente el tercer radio club del mundo, luego de Inglaterra (Real Society Great Britain) y de Estados Unidos (American Radio Relay League).
El “Día del Radioaficionado Argentino” fue instituido por la Tercera Convención Argentina de Radioaficionados, celebrada en la ciudad de Mar del Plata del 4 al 14 de noviembre de 1950.

Demás está decir, la cantidad de veces que los radioaficionados intervienen con sus estaciones y equipos, donde convocados o no, prestan su servicio en situaciones de emergencias, catástrofes, u otras necesidades donde las comunicaciones tradicionales cesan o no se cuenta con ellas.
El Ministerio de Marina regulaba el espectro radioeléctrico y a principios de siglo, fue quien otorgó la primer Licencia de Radioaficionado a Teodoro Belloq, el 15 de Octubre de 1913.
Éste instaló una estación radiotelegráfica en Av. Callao al 1600 de la Capital Federal y otra en una quinta en el Partido de San Isidro, Provincia de Buenos Aires.
Los radioaficionados eran un grupo chico y conocido por hacer cosas raras.

Aunque para muchos pueda resultar solo un hobby, lo cierto es que esta actividad no ha perdido vigencia y requiere de mucha pasión. El radioaficionado ha sido de gran utilidad, ya que prestan un servicio al ponerse a disposición, particularmente, en los momentos más difíciles de una región o el país.
Se estima que en Argentina hay más de 16 mil radioaficionados y 135 radioclubes en los más impensados rincones del territorio nacional y en cada uno de ellos, ejerciendo vigencia y pasión, hombres y mujeres se comunican permanentemente y siempre están presentes cuando, por alguna circunstancia especial, se necesitan sus servicios para el contacto cotidiano o hasta para salvar una vida.